La noche del pasado domingo al pasado lunes terminó Lost. Eso lo sabéis todos. También sabéis que la palabra más usada sobre el mismo durante estos días ha sido DECEPCIÓN. Un gran silencio de incredulidad dejo mudo al mundo entero durante el par de minutos que duraron las tres escenas finales de la serie: El diálogo entre Jack y su padre tras comprobar en la Iglesia que su ataúd estaba vacio, la reunión a cámara lenta de todos los personajes principales de la serie en la capilla y el momento final del doctor Shepard tumbándose en el lugar exacto donde empezó todo: en el campo de bambú, junto al perro de Walt, comprobando como sus compañeros conseguían huir de la isla misteriosa surcando el cielo con un avión. Y fin. Así termina la serie que ha tenido en vilo durante seis años a todas las hordas de adictos a las ciencia ficción, la fantasía, los juegos de rol, los chats, los cómics y las series americanas de este loco planeta en el que vivimos... ricos y pobres, más intelectuales o menos, todos, todos, todos, sintieron esa sensación de DECEPCIÓN que nos ha dejado (ahora me incluyo) con este amargo sabor a desasosiego. Por eso he tardado tanto en escribir estas líneas, en dar mi opinión. Necesitaba reposar mis sentimientos y sensaciones tras ver la Finale. Por el ritmo al que estaba transcurriendo la (a todas luces flojísima) sexta y ultima temporada de la serie, todo parecía indicar que en los 100 últimos minutos de la saga (lo que duraban los 6x17 y 6x18) iba a ser más que imposible que se desvelaran la multitud de misterios y porqués de la serie. Hubiera hecho falta otra temporada de 18 capítulos para atar todos los cabos sueltos. Yo al menos me hubiera conformado con una explicación sci-fi seudo científica en plan cartón piedra de que todo se debía al electromágnetismo y a los agujeros de gusano. Pero esta serie nos ha dado tanto: nos ha hecho soñar, reír, llorar, teorizar, discutir... nos hemos hecho tan forofos de ella como si de un equipo de fútbol se tratara... iría más lejos, defenderíamos la serie incluso mejor que protegeriamos a un hijo. Pero una cosa no quita a la otra y todos debemos de entender que aparezca la palabra DECEPCIÓN por tercera vez en este artículo. Esta muy bien decir eso de que lo importante eran los personajes (Excusa que ya traían preparadita de casa los productores que ya se veían venir la polémica antes de la emisión del capítulo y que soltaron a las primeras de cambio ante las rapidas y lógicas reacciones en la red), pero todos los fans de la serie debemos de reconocer que ansiabamos respuestas, que es lo mínimo que uno espera ante una novela de aventuras, una peli de misterio o un acertijo. Podemos teorizar que han dejado la serie sin respuestas (a riesgo de cagarla) para que el debate y las teorías sobre ella sigan durante semanas, meses, años y multitud de convenciones (que ocurrirá, por supuesto), pero también es inevitable el tufillo a improvisación que tiene todo esto... los gazapos e incoherencias (o agujeros negros de guión, si lo prefieren) han sido constantes en esta ultima (y crucial) temporada y todo parece indicar que el desaguisado ha sido más bien por verse en un callejón sin salida ante la falta de ideas a la hora de resolver el entuerto que un plan maestro para eternizar el fanatismo a la saga durante décadas y décadas. Hablemos de los dos episodios finales en cuestión (que no fueron malos, pero si quizás incompletos): acción a raudales, idas y venidas de una isla a otra, todo más bien con aire de atropello y prisas ante un imaginario cronómetro que pendía sobre las cabezas de los personajes marcando la fatal cuenta atrás...Lo peor: una pelea final entre Jack y el humo negro demasiado corta (anticlimático total el disparo de Katie, como ese amigo que aparece cuando nadie se le espera y corta el buen rollo que había en la reunión) y ese final espiritual y descolocante que nos tanga lo de la realidad alternativa de Que hubiera pasado sí la bomba hubiera explotado en la isla y que nos tenía a todos encantados. Lo mejor: imaginarse a esa improvisada pareja de conveniencia en plan el gordo y el flaco (Hugo y Ben) que se han quedado salvaguardando la isla tomando decisiones drásticas ante la aparición de los malos de turno que seguro llegarán (inspirandose en Star Wars, por supuesto). Eso es lo mejor que nos deja Lost tras 121 capítulos: todo lo que fue y todo lo que será... todo lo que fue con sus altibajos (que floja fue la tercera temporada, por ejemplo) y sus momentos memorables (mis temporadas favoritas: la primera, la segunda y la cuarta) que han cambiado la forma de como veremos la televisión y las series a partir de ahora, y todo lo que será: explicaciones en extras de dvds recibidas como el santo grial, merchandising para aburrir, debates entre fans... y lo mejor de todo: esas interminables noches en vela que están aún por venir, teorizando y atando cabos acostaditos en nuestras respectivas camas tras repasar por enésima vez esa capítulo de nuestra serie favorita que nos quita el sueño... El ojo de Jack se cerró al final de la serie, pero nos han dejado a todos con los ojos bien abiertos (decepcionados, pero abiertos) ante lo que está todavia por venir... la eternidad de una serie única. HASTA SIEMPRE LOST.viernes, 28 de mayo de 2010
Mi visión sobre el final de Lost
La noche del pasado domingo al pasado lunes terminó Lost. Eso lo sabéis todos. También sabéis que la palabra más usada sobre el mismo durante estos días ha sido DECEPCIÓN. Un gran silencio de incredulidad dejo mudo al mundo entero durante el par de minutos que duraron las tres escenas finales de la serie: El diálogo entre Jack y su padre tras comprobar en la Iglesia que su ataúd estaba vacio, la reunión a cámara lenta de todos los personajes principales de la serie en la capilla y el momento final del doctor Shepard tumbándose en el lugar exacto donde empezó todo: en el campo de bambú, junto al perro de Walt, comprobando como sus compañeros conseguían huir de la isla misteriosa surcando el cielo con un avión. Y fin. Así termina la serie que ha tenido en vilo durante seis años a todas las hordas de adictos a las ciencia ficción, la fantasía, los juegos de rol, los chats, los cómics y las series americanas de este loco planeta en el que vivimos... ricos y pobres, más intelectuales o menos, todos, todos, todos, sintieron esa sensación de DECEPCIÓN que nos ha dejado (ahora me incluyo) con este amargo sabor a desasosiego. Por eso he tardado tanto en escribir estas líneas, en dar mi opinión. Necesitaba reposar mis sentimientos y sensaciones tras ver la Finale. Por el ritmo al que estaba transcurriendo la (a todas luces flojísima) sexta y ultima temporada de la serie, todo parecía indicar que en los 100 últimos minutos de la saga (lo que duraban los 6x17 y 6x18) iba a ser más que imposible que se desvelaran la multitud de misterios y porqués de la serie. Hubiera hecho falta otra temporada de 18 capítulos para atar todos los cabos sueltos. Yo al menos me hubiera conformado con una explicación sci-fi seudo científica en plan cartón piedra de que todo se debía al electromágnetismo y a los agujeros de gusano. Pero esta serie nos ha dado tanto: nos ha hecho soñar, reír, llorar, teorizar, discutir... nos hemos hecho tan forofos de ella como si de un equipo de fútbol se tratara... iría más lejos, defenderíamos la serie incluso mejor que protegeriamos a un hijo. Pero una cosa no quita a la otra y todos debemos de entender que aparezca la palabra DECEPCIÓN por tercera vez en este artículo. Esta muy bien decir eso de que lo importante eran los personajes (Excusa que ya traían preparadita de casa los productores que ya se veían venir la polémica antes de la emisión del capítulo y que soltaron a las primeras de cambio ante las rapidas y lógicas reacciones en la red), pero todos los fans de la serie debemos de reconocer que ansiabamos respuestas, que es lo mínimo que uno espera ante una novela de aventuras, una peli de misterio o un acertijo. Podemos teorizar que han dejado la serie sin respuestas (a riesgo de cagarla) para que el debate y las teorías sobre ella sigan durante semanas, meses, años y multitud de convenciones (que ocurrirá, por supuesto), pero también es inevitable el tufillo a improvisación que tiene todo esto... los gazapos e incoherencias (o agujeros negros de guión, si lo prefieren) han sido constantes en esta ultima (y crucial) temporada y todo parece indicar que el desaguisado ha sido más bien por verse en un callejón sin salida ante la falta de ideas a la hora de resolver el entuerto que un plan maestro para eternizar el fanatismo a la saga durante décadas y décadas. Hablemos de los dos episodios finales en cuestión (que no fueron malos, pero si quizás incompletos): acción a raudales, idas y venidas de una isla a otra, todo más bien con aire de atropello y prisas ante un imaginario cronómetro que pendía sobre las cabezas de los personajes marcando la fatal cuenta atrás...Lo peor: una pelea final entre Jack y el humo negro demasiado corta (anticlimático total el disparo de Katie, como ese amigo que aparece cuando nadie se le espera y corta el buen rollo que había en la reunión) y ese final espiritual y descolocante que nos tanga lo de la realidad alternativa de Que hubiera pasado sí la bomba hubiera explotado en la isla y que nos tenía a todos encantados. Lo mejor: imaginarse a esa improvisada pareja de conveniencia en plan el gordo y el flaco (Hugo y Ben) que se han quedado salvaguardando la isla tomando decisiones drásticas ante la aparición de los malos de turno que seguro llegarán (inspirandose en Star Wars, por supuesto). Eso es lo mejor que nos deja Lost tras 121 capítulos: todo lo que fue y todo lo que será... todo lo que fue con sus altibajos (que floja fue la tercera temporada, por ejemplo) y sus momentos memorables (mis temporadas favoritas: la primera, la segunda y la cuarta) que han cambiado la forma de como veremos la televisión y las series a partir de ahora, y todo lo que será: explicaciones en extras de dvds recibidas como el santo grial, merchandising para aburrir, debates entre fans... y lo mejor de todo: esas interminables noches en vela que están aún por venir, teorizando y atando cabos acostaditos en nuestras respectivas camas tras repasar por enésima vez esa capítulo de nuestra serie favorita que nos quita el sueño... El ojo de Jack se cerró al final de la serie, pero nos han dejado a todos con los ojos bien abiertos (decepcionados, pero abiertos) ante lo que está todavia por venir... la eternidad de una serie única. HASTA SIEMPRE LOST.miércoles, 26 de mayo de 2010
Los creadores de Lost dan la cara
martes, 25 de mayo de 2010
Lost y la luz
lunes, 24 de mayo de 2010
Los disparos de David
Polémico final
Tras la emisión del último capítulo de 'Perdidos' se ha generado un gran debate de opiniones debido sobre todo al hecho de que muchos, ya sea por el madrugón o simplemente porque no supieron leer entre líneas, extraer la verdadera esencia del final de la serie.Tampoco ha ayudado nada que algunos de los tertulianos de Cuatroº hayan dado una opinión equívoca de lo sucedido... confundiendo aún más al espectador.Tras el salto, os dejo un gran análisis realizado por "El Piloto Automático" que refleja a la perfección cuál ha sido el final de la serie, un final que creemos compartir la mayoría de seguidores que hemos disfrutado de ella durante estos 6 años.. Una serie no es una quiniela
Una ficción se escribe desde atrás. Syd Field lo dice en su “El libro del Guión”. El autor concibe un tema, reúne unos personajes y situaciones, resuelve una conclusión que detone las intenciones de su trama, y desde ese momento, rebobina hasta el principio para empezar a rellenar huecos partiendo de la estructura de planteamiento, nudo y desenlace, heredera de la propuesta en cinco actos que propone Aristóteles en su “Poética”.
En Lost no vale ese planteamiento
Lost no es una ficción que responda a este paradigma. Primero, porque cada temporada pertenece a un género (como apuntó Hernán Casciari hace un tiempo) y cada una plantea una fórmula narrativa. Y segundo, porque Lost no es una ficción autónoma, sino que se retroalimenta como la imagen de un espejo con la participación y presencia del espectador. Esto hace que Lost no sea una sola serie, sino una serie por cada fan que la ha seguido con enfermiza avidez.
Pero, ¿qué ha pasado en Lost?
Decepción o valentía
En la primera temporada, Damon Lindelof y J.J. Abrams negaron taxativamente que la isla fuese el purgatorio y todos estuvieran muertos. Si alguien se siente decepcionado por este final, no tiene razón para estarlo. La isla no es el purgatorio, ni han estado muertos todo este tiempo. El universo alternativo que nos han representado en la sexta temporada ha sido ese purgatorio, al que iban llegando todos a medida que, cada cual en su momento, iban muriendo (ya fuese dentro o fuera de la isla). La conclusión de la serie responde al planteamiento filosófico inicial de la serie. La pregunta que hace Charlie cuando escucha por primera vez la grabación en bucle de Danielle Rouseau es la cuestión fundacional de Lost. ¿Dónde estamos? Aunque la pregunta se hace extensible a “¿cómo estamos?”. La respuesta, durante todas las temporadas ha sido el inicio y fin de cada capítulo: Perdidos. El final de la serie es esclarecedor: a medida que se encuentran, se dan cuenta de que no estaban solos, y por tanto, son encontrados y dejan de estar perdidos.
El gurú, el guía, el chamán, el mago: el intermediario
Para ser encontrados, hace falta un maestro. Un guía. Un mago. Desmond representa esa figura. El peregrino que sufre en el desierto para cruzarlo y ayudar a otros a cruzarlo. Concibamos este personaje como un médium en su acepción más pura. Es un medio. Un intermediario. Es quien consigue unir el espacio y el tiempo (Christian Shephard dice “no hay un aquí ni un ahora”) y quien sirve de nexo común para todos los personajes. Para que consigan cruzar el umbral. Es el barquero que ayuda a los losties a cruzar la laguna estigia. En este sentido, chapeau.
¿Están muertos? o el síndrome Antonio Resines
La pregunta que muchos de los que empezaron a ver la Series Finale con el machete en los dientes a la conclusión del episodio final ha sido furibunda. ¿¿Entonces todo ha sido un sueño?? ¿¿Nada ha sido real?? ¿¿Habemus tomadura de pelo??
Para nada
Señores. Los Losties no estaban muertos. Han ido muriendo. Como tendremos que hacerlo todos. No hay un “ahora”. La concepción del universo paralelo no está encorsetada en la percepción “objetiva” y común del tiempo. Todos van muriendo, y a medida que mueren, se cruzan en el universo de las personas que realmente son, sin los condicionamientos de una vida que los ha torturado: de una forma más o menos paralela a como vivieron, han sido capaces de desprenderse de sus demonios y, así, han tenido la vida que hubiesen querido.
Pero nada es perfecto. Evidentemente, la construcción de esa fantasía que es el purgatorio hereda formas y defectos de su pasado. De su otra vida. De su vida, de hecho. La mano de El Sexto Sentido es alargada, y quizás lo más reprochable de este final es que la originalidad que ha sido eje fundacional de la serie ha acabo siendo hipotecada a cambio de una fórmula prestada de un éxito popular. En este sentido, el aplauso pierde fuelle. No obstante, el esfuerzo creativo de estas seis temporadas ha sido más que suficiente como para empañar el resultado global con el truco final de Lost.
La Isla, esa gran desconocida
Los que veían y ven Lost como quien llena el carro de la compra con la lista de productos a adquirir, es lógico que se hayan visto decepcionados. Lo más importante se ha quedado en el aire: La Isla. Seguimos sin saber de dónde procede, porqué tiene ese poder, de dónde salen las inscripciones egipcias, quién erigió la estatua. Esa es una de las innumerables cuestiones que jamás tendrán respuesta (en fin, sí que tendrán respuesta, pero en forma de declaraciones de los guionistas en algún podcast, o en alguna feria de cómics o en algún juego de realidad alternativa). A todos los que entran en esta parte del graderío, os comprendo, pero tenéis que liberaros de esa faceta de la serie. El misterio era la excusa. La Isla es un McGuffin, un cebo. Es como decepcionarse viendo Ciudadano Kane al saber que toda esa maravillosa historia ha sido detonada por un simple trineo. La Isla es un símbolo. Es más: la Isla es pura metáfora del aislamiento, que es el tema principal de la serie. Jacob dice que los eligió porque estaban solos, porque sus vidas no iba a ninguna parte.
Porque estaban perdidos
No obstante, insisto: os entiendo. Entiendo que os sintáis defraudados porque no os han dado la zanahoria. Quien quisiera respuestas, es que no ha sabido disfrutar del camino. Mira hacia atrás. Observa todo lo que ha pasado. Observa cómo se han transformado los personajes. Atiende cómo te han tenido pegado al sofá o la silla. Eso es esta gran serie. Un viaje de personajes con la excusa del misterio, de la intriga, del drama, del romance, de la comedia, del terror, de la ciencia-ficción…
Pero, no obstante, tienes razón
Hay cuestiones ante las que se ha pasado de largo. ¿Qué reglas rigen la relación de Ben y Widmore? ¿Por qué unas embarazadas mueren y otras viven? ¿Por qué Walt simplemente desapareció presentándose al inicio como alguien tan especial? ¿Por qué Richard no se da cuenta de que AntiJacob manipula a los habitantes de Dharmaville si sabemos que le conoce?
Y sobre todo ¿Qué son los números?
No te preocupes. Seguro que todas esas preguntas tendrán respuesta. Paciencia. La presión mediática, como la justicia divina, pone a todos (los guionistas) en su sitio, y tarde o temprano cantarán como jilgueros. Pero cuando llegue ese momento, se repetirán todas las sensaciones de hoy: porque el que quiera ver decepción, verá decepción, y quien sencillamente haya visto el bosque más allá de los árboles… simplemente no necesitará más respuestas.
Así que, como Jack, cierra los ojos.
Y descansa
jueves, 20 de mayo de 2010
La noche mejor perdida de mi vida (esperemos)

10 discos que me han hecho como soy (Parte 2 de 2)

miércoles, 19 de mayo de 2010
10 discos que me han hecho como soy (Parte 1 de 2)

DAVID BOWIE Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972)
Siempre me imagino como el protagonista de esa peli flojilla pero con momentos que le encanta a mi colega David (C.R.A.Z.Y) o como un Billie Elliot espabiladillo en su cuarto cuando suena una canción tan alucinante como Moonage Day Dream: delante del espejo, sin camiseta, haciendo posturitas, sientiéndose uno libre en la intimidad enclaustrada de su habitación, siendo una estrella del rock sin ser nadie, siendo un adolescente normal que se quiere sentir especial. Bowie aquí con su androgínia, sus ojos de dos colores y sus estrafalarias ropas nos invitaba a soñar, a abandonar el cuerpo y a viajar a una galaxia donde lo raro es bonito y viceversa. Todo esto y más es este disco que le sirve a uno para sentirse único y diferente, como venido del espacio exterior.
THE SMITHS The Queen is Dead (1986)
El disco que cualquier fan de Salinger debe de tener en su habitación para momentos de adolescente incomprendido tan marca de la casa para gente como yo, que ni nos sentimos especiales ni nos sentimos vulgares. Morrissey supo captar en este disco la sensibilidad, la emoción, la literatura y la fuerza del pop sin ser obvio, tópico ni mirar al pasado musical. De la fuerza rockera de The Queen is Dead (la canción) al sarcasmo arty de Some girls are bigger than others. Mirándose el ombligo, mirándose a si mismo, que ya es bastante. El mejor disco de la historia del pop británico, el mejor disco de los extraños años 80, posiblemente uno de los mejores discos que vas a oír en tu vida. Eternidad y una luz que jamás se apagará aunque mil años pasen.
NEW ORDER Substance (1987)
Este disco es en realidad un recopilatorio de la primera etapa de la banda que fue anteriormente Joy Division. Las primeras canciones son de 1981 y las ultimas de 1987. Los recopilatorios de hits no suelen captar un momento fundamental de una banda como si lo suele hacer un lp concreto, que sirve como una polaroid de como se encontraba animicamente el artista en cuestión, pero en este caso si que podríamos decir que esta cajita blanca de cuatro vinilos o dos cds capta la esencia de uno de los mejores grupos de pop de la historia: más siniestros al principio, Discomusic al final pero con ese puntito triste y bailable que te hace soñar en el coche, en tu cuarto... en cualquier lado...
BJÖRK Debut (1993)
Este disco nos aportó un ídolo en los difíciles para estos menesteres años 90, con tanto genio de cartón y revisionista disfrazado (¿Quién se acuerda de Beck?). La islandesa más famosa del mundo se presentaba aquí con un currículum con pedigrí solo apto para gourmets (Sugarcubes) y unos sonidos groove con toque world music todo muy accesible y raro al mismo tiempo: entre la musica tradicional islandesa, los standards de jazz, el trip hop tan en boga en aquellos años y el techno-trance más machacón. Y todo por supuesto, envuelto en esa voz sulfurosa, entre erótica y añiñada que hizo reinar a la Gudsmundottir una década enterita y más allá... Hay quedan joyitas atemporales como Venus as a boy o One Day que lo atestiguan.
FAMILY Un soplo en el corazón (1993)
Llegué tarde a su música, a finales de los 90/ principio de los 2000, pero da igual. Da igual porque Family jamás fueron famosos ni de culto, ni lo fueron en su momento ni lo son ahora. Apenas son un secreto a voces conocido por unos pocos. Y mejor que siga así... queda más romántico que alguien te recomiende un lp simplemente porque le encanta y lo quiere compartir contigo para trasmitirte que sintió la primera vez que lo escucho, que no te lo descargues casi por obligación ante la típica imposición tan de estos tiempos que vivimos de Discos que debes de oír antes de morir. Este disco te llegará o no, lo sentirás o no, pero has de sentirlo intimo y personal: que cada verso, que cada frase, que cada melodía te estremezca como lo hace cada vez que yo me lo pongo. Y me lo pongo poco, como una vez al año, no porque lo tenga aburrido, ni por que le tenga miedo, simplemente hago eso porque escucharlo es para mí como un ritual.
martes, 18 de mayo de 2010
El vídeo de la remezcla de Hidrogenesse
He falls to me es el videoclip escrito, filmado, montado y producido por Darío Peña que sirve como adelanto de lo que será el EP Hidrogenesse versus The Hidden Cameras, del que ya os hemos hablado aquí en este blog. Las novedades al respecto es que ya tenemos fecha de salida: 24 de Mayo, distribución potente (PIAS-Spain) y ojo... edición en CD y ¡¡¡12"!!!. Los primeros que lo compren en la tienda Producto de Austrohúngaro recibirán de regalo un grabado original de Carlos Ballesteros. Todo un acontecimiento, que ganas de pillarlo...ah, por cierto, la canción del vídeo, como dijo Julio Ruiz en su DiscoGrande el otro día, no es para pincharla a las 5 de la tarde, pero a las 3 de la mañana pega un subidón de aquí te espero. http://vimeo.com/11735669
Refrescante como una Coca-Cola
KIKO VENENO "Echate un cantecito" (BMG ARIOLA, 1992)lunes, 17 de mayo de 2010
La recta final

En la madrugada del próximo Domingo al próximo lunes acabará todo. No, no será el fin del mundo, pero casi. Se terminará Lost, que para los que estamos enganchados a ella será todo un acontecimiento en nuestras vidas similar al de ¿Donde estabas tú cuando lo de las torres gemelas?, todos recordaremos como vivimos el desenlace de nuestra serie favorita. Del 6x10 al 6x14, capítulos que no he comentado en este espacio, podemos resumir lo que ha ocurrido básicamente contando que en la realidad alternativa están empezando a recordar la realidad de la isla y a crearse vínculos entre los personajes del accidente de avión y que en la isla El humo negro sigue mareando la perdiz y manipulando a todo dios para conseguir lo que quiere (presumiblemente, escapar de la isla, destruirla y difundir el mal allá por donde vaya), cada vez esta más claro que el mesías candidato para salvaguardar la isla es Jack y los bandos para la batalla final están más que definidos. Nos queda por ver el 6x15 (A través del mar) donde se explicará el origen de Jacob, Némesis y el humo negro dando así carpetazo a la mitología de la isla, el 6x16 (Por lo que murieron) se estrena mañana y la madrugada del domingo al lunes (preparemos la cafeína en vena) se estrenaran los dos episodios finales (6x17-6x18, El fin) donde esperemos que se nos brinde un final a la altura que no decepcione a nadie, nos haga soltar la lagrimilla de emoción y deseo más que nada en este mundo que nos entren ganas de volver a ver el capítulo piloto, porque ese va a ser el futuro de la serie a partir del lunes, el futuro del revisionado constante y fánatico, atando cabos, recogiendo pistas, viviendo una y otra vez esta gran aventura. Namasté y buena suerte.
El Tarantino de la pista del baile

LCD Soundsystem"This is happening"DFA / EMI
viernes, 14 de mayo de 2010
Luque barbudo y nuevas tecnologías
Ansiosos estamos de escuchar las nuevas canciones de su próximo disco (parece que no saldrá después del verano, como apuntaban todos los pronósticos, habrá que esperar hasta después de navidad) y de poder verle en directo, que es todo un gustazo. Pero a falta de pan buenas son tortas y nos hemos puesto contentísimos al descubrir su nueva web oficial y sobre todo su nuevo blog, tan literario, socarrón y desmitificador como siempre. Y fascinados que andamos todos con Leroy Merlin...martes, 11 de mayo de 2010
El sorprendente encanto de Papá Topo
Huelen a hype por los cuatro costados. Demasiado jóvenes, parecían el ultimo capricho de los (a menudo) erráticos dirigentes del sello Elefant y su ultima superstar (Guille Milkyway, productor del invento), a saber: Adriá Arbona y Paulita Dernaiz son de las islas baleares y se hacen llamar Papá Topo, hace cosa de un año colgaron un par de temas en su myspace y Guille quedó prendado. El boca oreja no se hizo esperar, acaban de publicar un 7" de cuatro temas, están preparando un 10" de seis temas para después del verano y se están oyendo por Inglaterra e incluso Japón. Todo un fenómeno relámpago al que no estamos acostumbrados por estas tierras nuestras, donde los grupos tardan normalmente un par de años en eclosionar, desde que se fundan hasta que sacan el primer lp. Sí, sí, ya se que suenan a La pequeña suiza, La monja enana, La casa Azul y a Los fresones rebeldes todo junto, pero no son tan sosos como Guatafán ni tan anodinos como lo fueron en su momento Vacaciones o Me enveneno de azules. Sus letras (Son de Adriá: ese cruce imposible entre un Juan de Pablos teenager y Buddy Holly) están más cerca de la irreverencia cutre-punk de la movida que del tonti pop de los 90, y los ritmos y el desparpajo que muestran en directo me hace imaginar a estos chavales manoseando discos de los Smiths en su habitación. El tiempo dirá, pero lo tienen todo para triunfar: frescura, imagen, sonido, canciones, juventud, inocencia... ante el rollo repensado, relamido y difuso (otros lo llaman ecléctico) de bandas como Klaus & Kinski, yo me quedo con la dulce intrascendencia y urgencia de Papá Topo, he dicho.jueves, 6 de mayo de 2010
¿Nuevo disco de Astrud para Octubre?
Cual es mi sorpresa ojeando anoche el último número de la revista Rockdelux (Mayo 2010) cuando llego a una página publicitaria de Elefant Records y en la letra pequeña del anuncio, abajo del todo, se puede leer: Para Octubre, nuevo disco de estudio de ASTRUD donde repasaran sus grandes éxitos junto al Col.lectiu Brossa. La alegría, como os podeís imaginar fue instantánea, todos los que hemos podido asistir a alguno de los conciertos de este nuevo proyecto que llevan actualmente entre manos Manolo y Genís hemos deseado intimamente o en público que se plasmara todo este nuevo sonido y estas nuevas emociones en un artefacto comercial y conservable, llamese cd, dvd o descarga gratuita. Otro de los puntos a destacar es que lo vayan a publicar (presumiblemente) en Elefant Records, un sello tan alejado estilisticamente a lo que hacen nuestros chicos. Aunque siendo sinceros ¿Donde encajarían Astrud a dia de hoy, tal y como está el panorama musical actual? ¿En una multi, en Acuarela, en Siesta, en Subterfuge, autoeditados en Austrohúngaro y gracias...? Desde que rompieran relaciones contractuales con Sinnamon allá por 2008 la que posiblemente sea la mejor banda de pop español en la actualidad está sin sello. Yo optaba en mis reflexiones por la libertad total de la autoedición vía Austrohúngaro, pero todos sabemos que Astrud son un grupo muy grande y con ambiciones (de éxito más que de dinero) para conformarse con la raquítica distribución y promoción que proporciona el sello de Genís. Necesitan un sello que los mueva y bien. Esperemos que no se quede todo esto en rumorología blogera y que podamos disfrutar después del verano de sus hits (¿Cuantos cabrán, cuales serán?) en un nuevo disco (¿en estudio del tirón, por pistas o en directo en un marco incomparable?) marca de la casa. Pura emoción y sensibilidad, eso sí, diferentes, como siempre.
