lunes, 22 de febrero de 2010

La primera tecla


Takin' off (Blue Note, 1962) es el primer álbum como Frontman de Herbie Hancock, todavía muy lejos del pelo afro y de esas túnicas que marcarían estéticamente ese Jazz Funk tan groovie que desarrollo en los primeros 70. Aquí nos topamos con un Hardbop super cool, con tintes clásicotes y estilistas, aunque con momentos más sueltecitos, como mi corte favorito del lp, The Maze. Secundado por la trompeta de Freddie Hubbard y el Saxo tenor de Dexter Gordon, este típico disco Blue Note con su típica portada minimalista y elegante, el típico sonido depurado de los estudios de grabación de Rudy Van Gelder y la típica atmósfera de nocturnidad tan crápula y que tanto nos gusta, se ha quedado como uno de los mejores debuts de la historia del jazz, aunque no refleje la evolución y el sonido característico de este heterodoxo pianista. A mí me chifla y espero que más jazzmaniacos como yo se acerquen sin miedo a esta pequeña gran joyita. Cógelo!!!

El erotismo de lo prometido


No hay nada nuevo bajo el sol en el mundo Burial, pero no puedo evitar comentaros algo que puede editarse en los próximos meses si nada sale mal. En el ultimo número de la Go mag viene una entrevista con Massive Attack a propósito de su esperádisimo retorno ( el discretito Heligoland) y no ha podido evitar pegarse la farolada el macarrilla de Daddy G comentando que le han pasado las pistas de su nuevo lp a el señor de las sombras y él las ha aceptado gustosamente para hacer con ellas lo que le venga en gana. Los 90 contra los 00, trip hop post-trip hop vs dubstep siglo XXIII... a ver que sale de todo esto, quizás nada, quizás algo curioso o quizás una delicatessen... mientras esperamos, permitidme que me ponga palote con solo imaginarmelo... Bristol!!!

Pankeke sonoro


El pasado Sábado vivimos la tropa (con sus bajas) uno de esos momentos mágicos, impagables. La lomoteca es un asador argentino que lleva poco tiempo en el pueblo, con un ambiente agradable y familiar. Fuimos a medianoche en busca del Pankeke perdido y nos topamos con un gerente melómano que nos suplicó, al comprobar nuestro gusto por la buena música a través de nuestras conversaciones, que hicieron hueco en nuestros oídos a una propuesta sonora de lo más subyugante: Astor Piazzola y Gerry Mulligan, maduros, fusionados, bien avenidos y con la emoción a flor de piel. Acordeón y Saxo. América norte y sur. Lo experimental y lo arcaico. Reunión Cumbre se titula este CD, buen título, si señor. Bellísimo disco, bellísimo lugar y bellísimo momento irrepetible. Pankeke calentito y tango post-moderno... ¡que más se puede pedir!

Quim comprimido


La inteligentsia catalana quiere convertir a Quim Monzó en su escritor nacional por excelencia, candidato al Nobel desde hace algunos años y máximo representante de esa burguesía autóctona tan intelectual y tan hipócrita... (como todas las burguesias, vamos)... todo a ritmo de sardana... pero ahí radica lo rara avis y lo encantador de este escritor: pocos narradores hay en Europa (quizás Vila-matas) tan personales, tan divertidos, tan propios, tan únicos, tan irónicos, tan inclasificables y que le peguen menos las etiquetas generacionales, institucionales, de temporada o de cualquier otro tipo. Acercaros a él con cariño, con curiosidad y con ganas de sonreír a pequeñas dosis, dosis de página y media y poco más de literatura por la literatura, de letras mayúsculas. Muy recomendable para empezar es ese Ochenta y seis cuentos de Compactos Anagrama que recopila sus cinco primeros libros de historias cortas, todo traducido por Javier Cercas. A la próxima cae... 11 euricos... ¡ay, la crisis!

Prisioneros del amor


Yo la tengo llevan toda la vida ahí. Ni son tan importantes como Sonic Youth, ni tan generacionales como Pixies, ni tan atemporales como Dinosaur Jr., ni tan comerciales como R.E.M... pero nunca fallan. Casi 25 años de carrera, una docena de lps y nunca la han cagado, sin ningún hit, pero sin ninguna mala canción... y con un directo de los que crean afición. Entre el Kraut, el Free, la Velvet más romántica y la calma tensa del Shoegazer más melódico. Con ese nombre tan ridículo, con esa pinta de Ordinary People que en fondo sabes que no lo son, los de Hoboken han conseguido ser Pata negras del pop adolescente pasito a pasito, casi sin hacer ruido. Y buena muestra de ello es esta caja recopilatoria de 3 cds que apareció en el año 2005 bajo el irónico título de Prisioners of love (más propio de unos Spandau Ballet en horas bajas) que contiene todos los temas importantes de los primeros 18 años de su carrera, y para los completistas, un cd extra lleno de rarezas, maquetas y remezclas. Me quedo con Little Eyes, Season of the Shark, Big Day Coming y la psicotrónica remezcla del líder de los My Bloody Valentine Kevin Shields del corte Autumn Sweater. Amigos fieles.

viernes, 19 de febrero de 2010

La locura que me prometiste


Es el disco de mi vida. Es el disco que más he escuchado. Es el disco que más he disfrutado esta década, es el disco que más he manoseado, más he observado, su libreto es el más desgastado. Es el disco de la década de los 2000, de esta década incierta. 69 canciones de amor, 69 viñetas alcohólicas, sinceras, irónicas, gays, ridículas, emocionantes, un siglo de estilos, un siglo de influencias, un siglo de grupos. Los Magnetic Fields de Stephin Merrit eran hasta entonces conocidos como una rara avis del indie. Aún siendo norteamericanos, facturaban un tecno pop filogay inspirado en los años sesenta y ochenta. Todo con un sonido muy precario, lo-fi lo llamaban, entre Phil Spector y la OMD. Para más inri, su popularidad llegó a principios de los noventa, cuando todo esto ya estaba demodé. Editaron discazos tan luminosos como Holiday (1993) o tan melancólicos como el eterno Get lost (1995), considerado en su momento el un soplo en el corazón (Family) en inglés. Por estos lares apenas eran reivindicados por la Rockdelux y por Manolo y Genís. Un grupo para muy indies, para muy gays o para muy raros. Nuestro grupo vamos. Sabíamos lo prolífico que podía llegar a ser Mr. Merritt: bandas sonoras, grupos paralelos como los Petshopboyseros Future Bible Heroes, autohomenajes como The 6ths e incluso un proyecto para fiestas temático-paródicas, The 3 Terrors. Pero claro, saber que este Lp iba a tener en principio 100 cortes, uno por cada año del siglo veinte, deja con la boca abierta a cualquiera. Al final cribó y seleccionó lo suficiente como para brindarnos esta maravillosa cajita conceptual y atemporal. 3 horas diseccionando el hecho amoroso, y no te entran ganas de cortarte las venas... Aquí podemos encontrar ecos de artistas tan dispares como Abba, Johnny Cash, Leonard Cohen o Ramones, y se recrea en géneros como el punk, el reggae, el music-hall, la música concreta... Todo con un gran sentido del humor y dándole la vuelta a los tópicos románticos. Diversos vocalistas, instrumentaciones y tonos, hacen que no se caiga nunca en el aburrimiento o en la repetición. Tiene mucho de Diorama, de film, de musical este disco. Y aunque pueda parecer pretencioso el concepto, su minimalismo pop nos hace ver que todo esto es un broma muy seria. Un reto compositivo al límite pero también un juego de niños bañado en vino barato. Y por esto y por mucho más, nuestro querido Stephin reinará en nuestros corazones por siempre jamás, nos acompañará en nuestras desilusiones amorosas, nuestras bodas, nuestros divorcios, nuestras paternidades. En los 00 y en las próximas decadas... ¡Creo que necesito un nuevo corazón!

Ramón Andreu

THE MAGNETIC FIELDS 69 love songs (Pias, 2000)

(Mejor disco de la decada según el programa de radio Sonorama)

miércoles, 17 de febrero de 2010

Mis problemas con Kate


El 6x03 de Lost, titulado Lo que hace Kate, ha sido de perfil bajo, por varias razones que vamos a analizar a continuación: tras el subidón de la premiere anterior es lógico, hay que posicionar personajes y escenarios para futuras evoluciones en la trama. También influye el que no aparezcan Lock (tanto resucitado como muerto) y toda la tropa de la playa: en este lugar se encuentra la verdad, y todos lo sabemos, pero también sabemos que en el próximo episodio aparecerán casi con toda seguridad, por lo que no es tan grave. Y por ultimo y más importante, el gran problema que tiene este episodio es Kate, ya sabéis los que me conocéis que yo soy más de Juliette y que estoy cultivando una antipatía desde hace ya tiempo a un personaje que cae mal, por contenido, por indefinido y por cabrón... quizás esa sea su esencia, desconcertar, pero la verdad, yo en mi vida privada y real no querría a nadie como a la Pecas, egoísta cuando le interesa y altruista y cursi no se sabe muy bien cuando. Todos los fans de Perdidos sabemos que sí a Katie le hubiera tocado ser la lider del vuelo 815 en plan Lara Croft tras la muerte de Jack por el humo negro en el capítulo piloto de la serie (es que el Shepard funcionó, claro) nuestra saga no hubiera llegado posiblemente ni a la segunda temporada. Pero bueno, a pesar de estos peros, el capítulo tuvo sus momentos tanto en el templo como en la realidad paralela donde la bomba funcionó. A pesar de todo, el tufillo de capítulo de transición que tuvo lo de anoche no se lo quita nadie. Ya queda menos para el próximo martes...

martes, 16 de febrero de 2010

La mejor gala de los Goya, que tampoco es decir mucho...


Pues sí, el pasado domingo pudimos disfrutar de la que hasta ahora ha sido la mejor gala de entrega de premios de la academia de cine español, los Goya, vamos, que tampoco es mucho decir, las entregas de premios en general y esta en particular pecan de progres, trasnochadas, largas y algo cursis, pero los méritos, cuando aparecen, hay que reconocerlos. Para empezar, la ausencia de publicidad dinamizó (es un decir, dos horas y media de show) la gala, Buenafuente estuvo muy Billy Cristal, me gustó eso de que estuvieran los estrellones del cine español, todos juntitos y más cerca del escenario, y la interacción con las estrellas ayudó a quitar nerviosismo y trascendencia ombliguista al evento. Obviando ese número musical resumen de las cuatro candidatas al máximo galardón, entre lo valiente y lo ridículo, el resto de la ceremonia fue minimalista en fondo y forma (ese escenario-diana de colores cambiantes...no apareció Corbacho, que siempre es de agradecer). En cuanto a los premios en sí, destacable fue el Goya de Guille (que elegante siempre este hombre y que sabio, hasta cuando está atacado de los nervios), que Amenábar solo se llevara los técnicos (para mi un batacazo que define a la perfección el cine que actualmente práctica...que bien hecho está pero que poco me emociona...), que Celda 211 arrasara está muy bien y que se valore su originalidad (que la tiene, aunque solo sea por estos lares tan encorsetados) también. Por ultimo, me quedo con ese Andreu tiroteado cantando Penélope y deseandole a nuestra actriz más internacional que se casara con un hombre bueno...ay no, que ya lo está...

viernes, 12 de febrero de 2010

Brandenburgo directo a nuestros corazones


Esta semana me he adentrado en uno de los pocos mundos musicales que desconozco casi por completo y de los que apenas tengo ni un triste CD y he oído más bien poco. Me refiero por supuesto a la música clásica, a Bach y a sus conciertos de Brandenburgo (son 6 piezas), que me han acompañado esta semana en duchas y noches de insomnio, alcanzándome el alma con su belleza lírica, que va al grano y no se pierde en rellenos descriptivos (algo fundamental para neófitos como yo). Un nuevo campo de exploración éste el de la música antigua, no exento de minas, que estoy gozando al pisar por primera vez. Y ahí está Schubert con su melodramática melancolía pianística diciéndome con el dedito: ven, ven, ven...

La opereta de Stephin


A vueltas con los Magnetic Fields, uno de mis grupos de pop favoritos de siempre, repasando una vez más su discografía a pequeñas pinceladas a modo de picoteo (siempre me pasa, desde que sacaran I (2004), posteriormente con Distortion (2008) y ahora con Realism (2010)... que todavía no tengo, este fin de semana cae fijo...) y como me suele ocurrir en ese retrovisor nostálgico pre-nueva adquisición que es volver a oír lps que te sabes de memoria pero hacía años que no oías, me he detenido en uno de los menos escuchados: Showtunes (2006), banda sonora de tres musicales contemporáneos, todo ello bajo el nombre de Stephin Merritt, su nombre propio, que usa para proyectos de índole más personal y anecdótica como este. Resumiendo, que estamos ante una obra menor, curiosidad para fan muy completista y disco que a no ser que te interese demasiado el tema, no te vas a comprar ni a descargar por mucho que yo te diga esto o lo otro. Ante tantos peros, la pereza te puede ganar a la hora de oír este obrita de veintipico cortes de un minuto y poco de duración cada uno, y eso me ha ocurrido a mí en alguna ocasión, relegando este CD a escuchas puntuales. Pero hay que reivindicar esta pequeña maravilla como una exquisita opereta con momentos de Belle canto, músicas asiáticas, folk irlandes, gotitas de Broadway... y todo por supuesto sazonado con ese humor descreído, irónico y entrañable marca de la casa a través de unas letras cargaditas de coña marinera. Disco rescatable... y CHA CHA CHA, IN THE MORNING!!!

miércoles, 10 de febrero de 2010

Dos realidades y media que parecen tres


Este podría ser el escueto resumen de los dos primeros capítulos de la ultima temporada de Lost, titulado Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. El fundido en blanco de la explosión final de la quinta temporada se convierte en un cielo con nubes de algodón que posteriormente se ve desde el interior de vuelo 815 de Ocenic, y ahí está Jack, pero no, esta vez, tras guardarse la botellita de whisky en al chaqueta, las turbulencias no preceden a la rotura del aparato en dos. El vuelo continua como sí tal cosa, la isla está bajo el mar y los personajes interactúan entre ellos, no recuerdan su pasado, aunque se suenen... los próximos flasbacks irán por ahí, revelándonos que les hubiera pasado si la isla no hubiera entrado en sus vidas, aunque todo tiene esa hipnótica e inquietante atmósfera de que en cualquier momento algún personaje misterioso haga saltar todo por los aires... Y la segunda realidad que parecen dos, es un mundo donde la explosión parece que no ha funcionado, todos siguen en la selva, Juliette ha muerto, nuestros chicos se mudan a un templo no muy hospitalario y en la playa un misterioso Locke resucitado induce a Benjamin Linus para que mate a Jacob. Estamos cuatro años después del accidente, la explosión no ha funcionado y todo indica que se esta preparando un batalla final de magnitudes épicas entre el bien y el mal de aquí te espero. Lo dicho, dos realidades en una (veremos cual se impone) y 16 capítulos por delante de aquí a Junio para dejarnos los dedos sin uñas.

martes, 9 de febrero de 2010

Descubrimiento Nui: entre lo Kitsch y lo horrendo


Wendy Carlos (nacida como Walter Carlos el 14 de noviembre de 1939 en Pawtucket, Rhode Island, Estados Unidos) fue famosa por sus versiones electrónicas de grandes piezas de la música clásica a base de sintetizadores. Tras obtener un master en música por la Universidad de Columbia conoció a Robert Moog y le ayudó con sus ensayos a crear el sintetizador Moog. Sus primeras seis grabaciones se publicaron bajo el nombre de Walter Carlos. En 1972 se sometió a una operación de cambio de sexo. La ultima publicación bajo el nombre de Walter fue By Request (1975) y la primera como Wendy fue Switched-On Brandenburgs (1979). Su primera aparición pública tras el cambio de sexo fue en mayo de 1979 en la revista Playboy, años después se arrepentiría de haber concedido dicha entrevista debido al mal gusto y la poca seriedad del entrevistador que fue a por el morbo descaradamente. Su primer álbum, Switched-On Bach (1969) está considerado como el primero donde se intentó el empleo de sintetizadores como alternativa a la Orquesta, este trabajo se convirtió en el disco clásico más vendido de todos los tiempos, alcanzando el disco de platino. En The Well-Tempered Synthesizer (1969) se pueden oír sonidos casi vocales, previos al empleo del vocoder. La influencia de estos primeros lps en Isao Tomita, versioneador electrónico de genios como Debussy o Stravinsky es más que palpable. En 1972 Sonics seasonigs experimentó con sonidos reales y grabados a la vez, creando un efecto de ambientación novedoso, siendo influyente para el ambient electrónico posterior. Con la banda sonora de La naranja mecánica (1973) introdujo definitivamente el uso del vocoder en versiones de Beethoven, Rossini y Purcell. En 1982 compuso la banda sonora de la película Tron de Disney. Esta partitura incorporaba orquesta, coros, música de organo y sintetizadores tanto analógicos como digitales, toda una sinfonia cibernética. Con Digital Moonscapes (1984) se pasó definitivamente a los sintetizadoreres digitales, cambiando el sonido de sus inicios considerablemente. A principios de la década del 2000 se remasterizó gran parte de su catálogo.
GRACIAS ETERNAMENTE A LOS MUCHACHOS DE JOAQUÍN REYES POR RESCATAR A ESTE ENTRAÑABLE PERSONAJE DEL OLVIDO. ENTRE LO KITSCH, LO HORRENDO Y LO INFLUYENTE HISTÓRICAMENTE, MAL QUE NOS PESE, WENDY SIEMPRE ESTARÁ EN NUESTROS CORAZONES...

lunes, 8 de febrero de 2010

La pareja de la casita en la playa


El lomo de tres Cebras descoloridas, entre el blanco y el amarillo pálido... esta es la sugerente imágen que aparece en la portada del tercer trabajo discográfico (Teen Dream, primero para Sub Pop) de la pareja formada por Victoria Legrand y Alex Scally, Beach house. Su sonido se podría situar entre el sunshine pop de los sesenta, el folk femenino de los setenta, el tecno pop ochentero más blandito y ese toque My Bloody Valentine que todo lo salpica ultimamente en el panorama alternativo norteamericano... podrían por momentos parecer unos Animal Collective jugando a hacer su propio American Spring, aunque a mi me siguen recordando a los primeros Magnetic Fields, los de Susan Anway como vocalista. Grupo del momento, disco del mes en toda la prensa especializada, agenda repletisima de conciertos de aquí a Junio ( ver su Myspace) y todo, por canciones como la preciosa Used to be...
http://www.youtube.com/watch?v=Nru6NHBSL1I

El ángel y las siete trompetas


Olivier Messiaen estrenó en 1941 su obra Cuarteto para el fin del tiempo ante una audiencia de prisioneros y vigilantes. No, no fue de visita a la cárcel, el también era uno de los 5000 prisioneros de guerra que estaban recluidos en Silesia. En cuanto supo de la presencia de tres compañeros músicos en los barracones (chelo, clarinete y flauta), se animó a componer esta pieza (con piano imaginario al principio, ya que no disponía de él mientras creaba la partitura) cargada de religiosidad, inspirada en el apocalipsis (ángeles, siete trompetas, pájaros, Dios) y que por supuesto, aunque buscara metáforas intelectuales y bíblicas para maquillar la realidad, aquí de lo que se estaba hablando era del fin del hombre, de lo absurdo de la guerra, de lo terrible que podía llegar a ser el sufrimiento humano, de su propia experiencia, de su propio dolor. Las partes más emocionales de la obra son la quinta y la octava, donde el chelo y la flauta lloran desconsoladas de tristeza, el resto, se nos muestra más descriptivo, dibujandonos el paisaje del fin del mundo... océanos abiertos, pájaros anunciadores... Minimalista y free por momentos. Sesudo y con alma al mismo tiempo. Político y personal. Contemporáneo.

jueves, 4 de febrero de 2010

La increible guitarra jazz


A este disco llegué por casualidad. Por dos casualidades, más bien. Me explico: Una tarde del pasado verano, volviendo de la playa, sintonicé A todo Jazz de nuestro querido Cifu, y en esa ocasión, le dedicó los 60 minutos del programa a repasar este genial disco de Wes Montgomery, el segundo de su carrera y el que le abrió las puertas del éxito tanto de crítica como de publico. Me quedé totalmente maravillado por esa técnica, ese Blues, ese sentido del humor y esa alegría de vivir que desprende este hombre afable a las seis cuerdas. Y la segunda casualidad es que apenas un par de meses después, cuando mi maltrecha memoria todavía recordaba todos los datos y sonidos del disco, me topé con el álbum en formato CD en la tienda de discos de Enrique, Music Passion, a un precio más que asequible, de un par de euros, al ser de segunda mano. Y me lo pongo y me lo pongo una y otra vez, en el coche, en mi cuarto antes de irme a dormir y me transporta a otros mundos, más elegantes, más bonachones, más sinceros, mejores.

Recuperación en directo


Por fin he recuperado recomprandome esta recopilación de directo prestada y jamás devuelta. Dos son las actuaciones del saxofonista más influyente de todos los tiempos las que se rescatan en este CD editado hace unos 3 años. La particularidad de estos conciertos es poder comprobar como sonaba Coltrane en 1963 (neoclásico y casi free) y como lo hacía en 1965 (totalmente desatado y abrasivo) y se puede hacer sobretodo a través de esas dos kilométricas versiones de My favorite things, como suelo decir, la cosa más bonita que he oído en mi vida. Y de extra me pille un directo en Copenhage de 1961 de su Quintet con Eric Dolphy, sonido monoaural pero intensidad liberadora.

Comienzo


Unos violines nerviosos y tristes y unos silenciosos punteos de piano es apenas lo poco que necesita el genio del minimalismo sacro Arvö Part para emocionarnos con Fratres, la pieza que abre la sobrecogedora y mítica obra del autor titulada Tabula Rasa (1977), posiblemente su obra más conocida, reeditada y vendida en medio mundo, ese medio mundo cansado de la música clásica de siempre que busca nuevas emociones posibles y experimentales sin olvidar el glorioso pasado que todos conocemos. Estos sonidos han sido la banda sonora que me ha acompañado en el coche esta tarde, camino Biblioteca Municipal. Como muestra un botón...
http://www.youtube.com/watch?v=5vO92REraUo

miércoles, 3 de febrero de 2010

Cumbre Reinventada


Críticas del concierto de Astrud + Brossa en el Auditori de Barcelona.Críticas que han aparecido en La Vanguardia, El Periódico y El País.

Luis Hidalgo, en El País (24-Ene-2010)
Deslumbrante.
Lo que podría imaginarse en un plano teórico se hizo tangible en el plano de lo práctico, aquel donde se puede ver, escuchar y sentir. Las canciones, las de pop en este caso, no deben ser concebidas como una forma a la que atribuir la categoría de matriz, de original, de primer modelo. Las canciones pop nacen en la imaginación de un compositor y viven en una forma instalada en la memoria de sus seguidores. A esa forma, por lo general la grabada en disco, se le suele atribuir el calificativo de "versión original". Pero las canciones son algo más, mucho más. O al menos las buenas canciones. Que Astrud permitiese pensar en ello mientras ofrecía el que sin duda será uno de los mejores conciertos del año fue un estímulo más de su espectáculo: un espectáculo deslumbrante.Lo fue por muchas razones, por casi todas las que edifican un concierto inolvidable. La idea central consistía en que Astrud interpretaría sus canciones con el Col·lectiu Brossa, músicos iconoclastas y solventes de formación clásica a cargo de marimba, vibráfono, acordeón, violín, violonchelo y zanfonía. Hasta aquí nada más que una idea con sentido. Pero es que sobre el escenario esta idea desplegó los recovecos de unas canciones que resultaron sutiles, abiertas, dinámicas, hermosas, profundas y originales. Más que bonitas, preciosas, arrebatadoras, emocionantes y frágiles.¿Por qué? Pues porque los arreglos resultaron espléndidos, siempre reforzando el sentido de las canciones, su sentimiento de raíz, a la par que revolcándolas en unas armonías, timbres y ritmos completamente distintos que permitían creer simultáneamente que se trataba y no de la misma canción que la hasta entonces conocida en disco o en directo. Esos arreglos dieron más protagonismo a la voz de Manolo, un cantante asombroso, amén de amplificar la determinante figura de Genís en el concierto, cuyo sentido del humor y actitud, inteligente, irónica y distante, dieron aún más empaque a un todo que dejó al público pasmado.Por todo ello, en la docena larga de canciones que interpretaron de todas las maneras posibles, pero siempre reinventando la relación entre el pop y una sui géneris instrumentación de cámara, la colaboración entre Astrud y el Brossa permitió entender por qué, más allá del original, las canciones con sentido no son más que una idea flotando en un espacio creativo que puede ser requerida de cien maneras distintas por su intérprete. La forma en que fueron llamadas las canciones de Astrud en el Festival del Mil·lenni se evocará. Música solemne en un concierto sin pizca de solemnidad.
Juan Manuel Freire, en El Periódico (24-Ene-2010)
Triunfo de Astrud y el Col.lectiu Brossa.
La unión de Genís Segarra y Manolo Martínez (Astrud), con el Col.lectiu Brossa –versión ampliada del Brossa Quartet de Corda– es algo más que una rareza: es una aportación brillante al maridaje hoy al alza de pop con música clásica. Lo que se vio el viernes, 22, en la sala 2 del Auditori, dentro del programa del Festival del Mil.leni, tampoco queda tan lejos de los experimentos vanguardistas de gente como Owen Pallett, Nico Muhly o Tyondai Braxton; no eran las canciones conocidas con adorno neoclásico, sino temas casi nuevos, de arreglos traviesos pero complejos.Violín, chelo, viola de roda, marimba y vibráfono redefinieron, más que vistieron, las imposibles creaciones de uno de los pocos grupos españoles que conjugan personalidad con eficacia pop. Manolo hizo una exhibición vocal, mientras que Genís aportó grandes detalles de electrónica analógica, además de confirmar sus dotes de entertainer; a la altura de Mentalismo se tumbó en el suelo delante de Manolo para ver si la canción le hacía levitar.Siete hombres sembrados, en fin, para un repertorio lleno de hits, como Cambio de idea, Me afecta, Europa, Todo nos parece una mierda o El vertedero de Sao Paulo. En estas dos últimas comprobamos que las canciones llegaban alteradas, o actualizadas, también en las letras: si antaño cantaban sobre Windows Vista, allí cantaron sobre Windows 7; y un guiño jocoso a Spotify fue recibido con algarabía. Todavía únicos. Y grandes.
Ramon Súrio, en La Vanguardia (24-Ene-2010)
Mentalismo ilustrado.
La reunión de Astrud, es decir, de Genís Segarra (sintetizadores) y Manolo Martínez (voz), con el Col · lectiu Brossa - un grupo cambiante de músicos integrado en esta ocasión por Aleix Puig (violín), Oleguer Aymamí (chelo), Gregori Ferrer (acordeón), Adrià Grandia (viola de rueda) y Marc Casas (percusión)-levantó una expectación que se vio compensada por la calidad de la propuesta. Se trata de la reinvención del repertorio de Astrud en clave orquesta de cámara. Era el cuarto bolo que realizaban y, si nadie lo remedia, el último, lo cual sería una lástima dado el nivel de compenetración que han logrado. Y más si tenemos en cuenta que Astrud llevaban inactivos desde que lanzaron Tú no existes (2007).Las canciones alcanzan con los nuevos arreglos una dimensión desconocida, siendo las mejores versiones que se han podido escuchar a lo largo de una carrera en la que empezaron sus prestaciones en directo como dúo tecnopop para ir derivando hacia un formato de banda más convencional. Además, si tenemos en cuenta que Genís y Manolo son más buenos autores que intérpretes, escuchar sus temas tocados con el virtuosismo del que hacen gala unos músicos que se mueven con igual soltura en el campo de la clásica, el jazz o el folk, fue una auténtica gozada. También una verdadera sorpresa, porque ni el más osado de sus fans podía imaginarse lo bien que se adapta un instrumento típicamente folklórico como es la zanfona a las necesidades de su pop. Tanto es así que Todo da lo mismo, interpretada con el único acompañamiento de este instrumento, se convirtió en uno de los momentos más emocionantes de la velada. Otra cúspide con protagonismo destacado de la viola de rueda fue El vertedero de SâoPaulo. Los arreglos orquestales se adaptan como un guante a las canciones, llevándolas en volandas y rubricando de manera inteligente los vaivenes de las melodías, ya sea en forma de crescendos exultantes o por el lado minimalista. El mejor ejemplo fue la brillante ejecución de Todo nos parece una mierda.Mención especial para el hilarante sentido del humor de Genís Segarra y para las letras más disparatadas que ha dado el pop hispano, con aviso incluido para sus detractores, porque 'tú lo llamarás cursilería pero yo lo llamo mentalismo' y muy ilustrado por cierto.

martes, 2 de febrero de 2010

La ultima cena ya está lista


Esta noche se estrena en los Estados Unidos el primer capítulo de la sexta y ultima temporada de nuestra serie favorita, Lost. Por fin ha llegado el momento de descubrir los grandes misterios que llevamos cinco años acumulando, todos los interrogantes que han hecho correr sudor, sangre, tinta y lágrimas en miles de medios de comunicación y demás blogs freaks. Va a ser muy difícil no dejarse contaminar por spoilers de aquí al próximo martes, que es cuando Cuatro, haciendo un esfuerzo titánico por ofrecer el producto recién salido del horno, emitirá por fin el 6x01 y el 6x02, que vienen juntitos en una sesión doble de infarto. Esperemos que valga la pena morderse las uñas 7 días más que los demás fanáticos de la saga, todo sea por el factor sorpresa. FOTO: la ultima cena de John Locke, impresionante imagen.

La oscuridad del Central Park y la eternidad


La muerte de J.D. Salinger la semana pasada nos tentó a más de uno a darle rienda suelta a nuestro espíritu cotilla echando mano de la Wikipedia más cercana para enterarnos de los entresijos vitales de uno de los escritores más enigmáticos de la historia de la literatura. Pero como estoy intentando madurar día a día y ser mejor persona dentro de mis posibilidades, pude ganarle la partida a mi instinto fisgón y no entré a escarbar en las miserias y/o grandezas personales de alguien que solo quiso trascender por sus libros. No me importa si tuvo una infancia complicada o si fue de familia adinerada, no me importa si fue un humanista o un misógino, no me importa si fue un mujeriego o por el contrario era homosexual. Lo que más me importa de este hombre es que escribió la historia que más me ha gustado leer en mi vida. Lo que me importa es esa gorra roja, ese Central Park totalmente a oscuras, ese salón de fiestas, esa puta, esa pistola, ese guardián de los niños entre el centeno, eso es lo que más me importa de J.D. Salinger. Este escritor sería un claro ejemplo de como llegar a la eternidad por el camino más corto, haciendo que los demás se identifiquen contigo. Descanse en paz.

El eterno retorno retornado


He oído más bien poco ese recopilatorio todo-por-la-pasta que salió hace ya dos años de mi grupo favorito de siempre. The Sound of The Smiths, se titulaba el invento, un doble CD con todos los singles en el primero y caras b y suculentas rarezas en el segundo. Estos días le he pegado un repaso empezando por el final y terminando por los hits y me confirmo en que este sonido, este grupo, estas letras, este cantante y estas emociones nunca pasarán de moda, entre otras cosas, porque nunca estuvo de moda. Amén... y unas flores en el bolsillo.

La felicidad después del dolor


La tercera película de Darren Aronofsky, El Luchador (2008) nos devolvió a un Mickey Rourke grandioso (que pena que no se llevara el Oscar que todos dábamos por sentado), hundido en la miseria más humana. Luchador de lucha libre en las ultimas, vieja gloria de los 80, con la cara hecha una mierda, el cuerpo destrozado por los anabolizantes, y la autoestima pisoteada en el Ring, Randy the Ram, que así se llama el sujeto, nos sobrecoge desde el primer momento con esa dificultad que exhibe para andar, hablar, comunicarse y expresarse, propia de los seres que ya dicen todo lo que tiene que decir con sus actos. El personaje se ve en la obligación de intentar dejar su mundo por problemas de salud, trabajando de más en un Supermercado cutre, acudiendo a tristes convenciones de Fans, soñando con dejar esa apestosa caravana en la que vive. Esta enamorado de un bailarina de Striptease que lo utiliza y hace muchos años que la relación con su hija es inexistente. La desesperación contenida tintada de rubio. Sorprende la sobriedad técnica en esta ocasión a manos de un director famoso por sus montajes post-modernos y sus movimientos de cámara mareantes, que los hay, pero en pequeñas dosis, aunque realmente no sorprende tanto, ya que ante este guión dramático y humano, lo más importante aquí es la historia, la historia de un padre que hecha de menos a su hija, de un ser que solo sabe hacer bien una cosa en la vida, luchar, y se lo quieren arrebatar. A destacar esa camaraderia de los compañeros de lucha en los vestuarios, el destripe de los entresijos de este deporte- espectáculo: todo es mentira, el dopping... sí, ya lo sabíamos, no nos chupamos el dedo, pero nos encanta que nos confirmen lo que siempre sospechamos... esa banda sonora jevi-ochentera (luego vino ese capullo de Cobain y lo jodio todo... los 90 fueron una mierda!!!), Marisa Tomei, tremenda (como actriz y como cuerpo) y ese toque que tan bien me indicó David que tiene esta cinta a lo primera parte de Rocky: la historia de un perdedor.