Esta entrada va solo destinada a aquellos que sean muy fans de Haruki Murakami y que ya se hayan leído al menos 3 de los 10 libros que hay disponibles en lengua castellana del escritor japonés. Porque, ¿a quién si no le va a interesar un ensayo de 200 y pico páginas (con fotos en plan turista en el centro del libro y todo) sobre la afición del novelista por salir todos los días a correr y a apuntarse de vez en cuando a maratones populares? De que hablo cuando hablo de correr es el título ( Todo un homenaje al recopilatorio de relatos De que hablamos cuando hablamos de amor de su idolatrado Raymond Carver) de la nueva entrega que nos brinda Tusquets de este genio de las emociones flotantes. Ya sabeís que yo soy un gran fan de Haruki, tengo todos sus libros, me he leído 5, tengo 2 en proceso y 2 esperando a ser destripados por mi curiosidad y este librito del que llevamos 2 años oyendo hablar ( todos pensábamos que se publicaría antes que El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas) por internet, no se nos va a escapar. Todo parece indicar que lo que en un principio podría parecer una tomadura de pelo o una mera operación crematística se convierte en un entrañable texto donde Murakami nos desvela sus gustos musicales, deportivos y literarios, en definitiva se nos desnuda un poquito más de lo que lo hace en sus novelas como escritor y como persona, siempre con ese amor por la vida y con ese toque de misterio telúrico, que no de chistera como hacen otros, con el que envuelve sus textos. El problema que le encuentro a este libro es que nos va a saber a poco hasta que salga el tocho de 1000 paginíllas de nada que es 1Q84 (Lourdes Porta por el amor de Dios ponte a ello!!!) y que me van a entrar unas ganas de ir a correr este verano por ahí que va a entrar en conflicto con mi conocida vagancia congénita... Para muy fans.
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