Y me apetecía hablar de Agorafobia, una de las canciones más alucinantes de uno de los grupos nuevos que más me interesan de lo que es la escena esta nueva de shoegazer que está saliendo ultimamente en los Estados Unidos, ya sabéis, grupos a patadas, la mayoría mediocres, pijillos y nada originales. Pero Deerhunter y en su defecto líder Bradford Cox son otra cosa. Ya lleva tres lps y multitud de eps con su banda madre, y acaba de publicar el segundo trabajo de Atlas Sound, su proyecto más pop, experimentador y personal. No para de tocar, no para de moverse y todos sabemos lo jodida que es la enfermedad que este muchacho que no llega a los 30 tiene, la enfermedad de Marfán, que cualquier día lo deja en el sitio. Por eso este chico es especial y por eso tiene una sensibilidad a flor de piel que la están comparando con lo mejor de los Pale Saints. Microcastle contenía esta joyita con ese verso que he puesto de título allí arriba, una canción que acaricia el alma, que se mece con sencillez, que se queda dentro. Posiblemente, nuestro hombre de los próximos años.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
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